Alejandro Sanz encontró su paraíso en Valencia

16 canciones, incluyendo un medley de 4 de sus éxitos, y una balada acompañado del coro y bajos de Voz Veis, fueron suficientes para que Valencia se rindiera a los pies de un madrileño. Pero ella no fue la única que terminó enamorada; según el cantautor español, una tierra que desde el aire "lo tiene todo" y desde cerca se debería llamar "Bellezuela", sólo puede dejar un recuerdo de amor, como las melodías que juntos cantaron bajo las noches frías de su visita.

Por: Ana Belmonte
Fotos: Daniela Kong

Minuto a minuto

9:32 pm: comienza el show. Videos de fanáticos alrededor del mundo llenan las pantallas; se ven niños, jóvenes, mujeres, hombres. Españoles, colombianos, hondureños; todos describiendo “el paraíso".

9.40 pm: arranca Peter Funk, se escucha un grito: "Valeeenciaaaa" y sigue Lo que fui es lo que soy, Desde Cuando y Viviendo deprisa. Las notas que salen de su guitarra blanca son indiscutiblemente hermosas y su voz deja claro el porqué de sus 17 premios Grammy.

Se acercan las 10:00 pm y Alejandro arrebata los más calurosos aplausos con su "Viva Venezuelaaa, viva Bellezuela"....Nuestro Amor y Será Leyenda prosiguen como antelación a lo mejor de la noche.

"Bailo muy mal, mi mamá dice que no, pero yo lo sé", ésta frase inocente despertó el fervor de las chicas venezolanas -que como bien se conoce- se caracterizan por su picardía. "Una vueltica, una vueltica", le gritaron al unísono, haciendo que "Ale", como cariñosamente le llaman, tratara de esconder sus ganas de "rumbear" y moviera travieso su cuerpo como todo un "bailaor".

Lo que siguió, casi 7 minutos de Corazón Partío, el estadio Misael Delgado ya no pudo más, en ese momento, las parejas comenzaron a abrazarse, los encargados de la seguridad tuvieron que voltearse y las fans se rindieron ante la emoción de corear este éxito que no escuchaban en vivo desde hace 6 años.

El piano y luces en tonos azules dieron paso a más romanticismo... Cuando nadie me ve fue otra de las más aplaudidas. Como buenos amantes, una pelea avivaría las llamas entre Alejandro y Valencia... Su guitarrista líder y director de la orquesta, "Mike" protagonizaría un solo que no pasaría desapercibido, las féminas lo ovacionaron y Sanz bromeó a lo venezolano.

"Yo pensé que estaban aquí por mí, pero ya veo...", "Ale, Ale, Ale", gritaron, mientras él siguió: "Sí, ahora me vienen con eso... Si las conozco como si las hubiese parido"; entre risas se habrían reconciliado y estarían selllando "la primera pelea" con Lola.

Atrás quedó el lío y el intérprete dedicó un abrazo para entonar Quisiera Ser. En este punto animó al público a "cantarla bien porque en ninguna ciudad se ha logrado"; y dio paso a Mala, "para las mujeres que se portan mal".

Luego, No es lo mismo, que gustó mucho entre el público masculino; unos movían sus piernas a un lado, mientras disfrutaban de su cerveza, otros sostenían a sus novias y el señor que acompañaba a su esposa agitaba sus brazos al son de las adolescentes que tenía a su lado. Las fans comenzaron a lanzarle regalos, rosas, cartas y un par de tricolores... "Qué bandera más bellaaaa", dijo.

Looking For Paradise, en el mejor spanglish, fue otra de las coreadas por la multitud. La mezcla de voces entre Sanz y su corista neoyorquina era sublime y con La Fuerza del Corazón, emocionaría aún más al público, pues el grupo maracucho Voz Veis lo acompañó, haciendo de la velada un encuentro único y especial.

En pocas letras y menos palabras de las que Alejandro le regaló a su amada Valencia, ésta fue la noche en la que por fin se encontraron, una cita que ninguno de los dos podrá olvidar jamás.

*Gracias a Evenpro por la invitación y apoyo logístico prestado